martes, 22 de marzo de 2011

I.KANT (Hacia la paz perpetua)


"NINGÚN ESTADO DEBE INMISCUIRSE POR LA FUERZA EN LA CONSTITUCIÓN Y EL GOBIERNO DE OTRO"

Pues, ¿qué le daría derecho a ello? ¿Tal vez el escándalo que da a los súbditos de otro Estado? Pero este escándalo puede servir más bien de advertencia, al mostrar la gran desgracia que se ha atraído sobre sí un pueblo por su ilegalidad; además el mal ejemplo que una persona libre da a otra no es en absoluto ninguna lesión. Sin embargo, no habría que incluir aquí el caso de un Estado que se dividiera en dos partes a consecuencia de disensiones internas, representándose cada una de ellas como un Estado particular que pretende ser el todo; que un tercer Estado prestara entonces ayuda a una de las partes no podría ser considerado como injerencia en la constitución de otro Estado (pues solo existe anarquía). Sin embargo, mientras esta lucha interna no esté decidida, la injerencia de potencias extranjeras sería una violación de los derechos de un pueblo independiente que combate una enfermedad interna; sería, incluso, un escándalo y convertiría en insegura la autonomía de todos los Estados.